Las ojeras son un problema estético muy común que puede afectar nuestra apariencia y hacernos lucir cansados y sin vitalidad. Por suerte, existen diferentes técnicas y productos de maquillaje que pueden ayudarnos a disimularlas y lograr una mirada radiante. En este artículo, te mostraremos algunos consejos y trucos para que aprendas a utilizar el corrector de ojeras de manera efectiva y consigas un resultado natural y duradero.
Qué son las ojeras y por qué aparecen
Las ojeras son esas manchas oscuras que se forman debajo de los ojos y que pueden ser causadas por diversos factores. El estrés, la falta de sueño, la genética, la exposición al sol y el envejecimiento de la piel son solo algunos de los motivos por los que aparecen. Estas manchas se forman debido a la acumulación de melanina y a la dilatación de los vasos sanguíneos en la zona. Por suerte, con el maquillaje adecuado, es posible disimularlas y lograr una apariencia más descansada y luminosa.
Factores que pueden empeorar las ojeras
Existen algunos factores que pueden empeorar la apariencia de las ojeras y hacer que sean más visibles. El consumo de alcohol, el tabaquismo, la falta de hidratación, una mala alimentación y el uso excesivo de dispositivos electrónicos pueden contribuir a la aparición y agravamiento de las ojeras. Por eso, es importante llevar una vida saludable y cuidar nuestra piel para reducir su apariencia.
La importancia de cuidar el contorno de ojos
El contorno de ojos es una zona muy delicada y sensible de nuestro rostro, por lo que requiere cuidados especiales. Es fundamental mantener la piel bien hidratada, evitar el contacto con agentes irritantes y protegerla diariamente del sol. Además, es importante utilizar productos específicos para el contorno de ojos, como cremas y sérums, que ayuden a reducir las ojeras y las bolsas, y a prevenir el envejecimiento prematuro de la zona.
Preparación de la piel
Limpieza facial antes del maquillaje
Antes de aplicar cualquier producto de maquillaje, es fundamental limpiar nuestra piel correctamente para eliminar impurezas y exceso de grasa. Utiliza un limpiador facial suave y agua tibia para lavar tu rostro. Luego, sécalo suavemente con una toalla limpia o con papel absorbente.